Este 2018 hemos acudido al desmantelamiento de una de las peores estafas relacionadas con la salud bucodental de los últimos años. Y es ni más ni menos que la orquestada por la empresa iDental, que engañaba a los clientes haciéndoles creer que firmaban subvenciones del estado para obtener unos precios más bajos, firmando por en medio financiaciones.
La estafa ha sido a varios niveles, porque por un lado, los pacientes con tratamientos pendientes han visto como no se han completado, ocasionando en algunos pacientes daños graves. Por otro lado, estos pacientes han visto cómo están pagando un crédito por unos servicios que no se están cumpliendo.
Lo que mucha gente no sabe es que iDental tenía una serie de problemas endémicos que podían haber generado una crisis y un persianas como el que ocurrió a mediados de año. Y es que pocos pacientes recibían el tratamiento de la mano de un solo profesional, ya que la empresa dejaba de pagar a éstos, y los reponía por otros con increíble rapidez.
Y lo más grave de todo es que con el fin de ahorrar dinero se estaban utilizando materiales de inferior calidad de la que se suele utilizar. Esto no es como comprar una marca blanca de pastas dentales, un producto de calidad inferior puede hacer que un tratamiento se eche por tierra debido a que no aguanta o se descompone con rapidez.
La mayoría de dentistas no juegan con la calidad, y normalmente compran los materiales de primera calidad, porque no permiten que un pequeño beneficio repercuta en la salud de los pacientes. Y esto es algo que realmente debemos valorar, ya que lo barato acaba saliendo muy caro en lo que a salud se refiere.
Una tiende dónde se venden materiales dentales de calidad es la Tienda del Dentista, una empresa formada por expertos y profesionales del sector bucodental, cuyo objetivo es proporcionar los profesionales del sector el mejor material para dentistas y para clínica dental.
La calidad de los materiales nos ahorra problemas graves
Igual que un fotógrafo profesional puede ser solvente con una cámara muy barata, pero no dará lo mejor de sí mismo si no tiene un equipo bueno, es crucial que un dentista tenga siempre en la mano instrumental rotatorio de buena calidad. Sin él, ni va a poder trabajar con comodidad ni ofrecerá las mismas garantías de seguridad. Unas fresas defectuosas, por habilidoso que sea el dentista, hace que los accidentes en la boca de sus pacientes sean más frecuentes. También es muy importante que el material que no va conectado a la corriente eléctrica (la espátula, los instrumentos plásticos, las cucharillas…) sean buenos, que evite en la medida de la posible la corrosión o que se partan.
La calidad de los materiales de brackets y arcos influye directamente en la duración de un tratamiento de ortodoncia. Un aparato de acero de buena calidad disminuye la fricción causada en el desplazamiento de los dientes, lo que hace que el tratamiento duela menos. Unos brackets de buena calidad también apenas desgastan tu esmalte, y con ellos evitas otras posibles complicaciones de las ortodoncias de baja calidad, como las microfracturas, la acumulación de placa en torno al aparato e incluso las caries.
Aunque también se está empezando a usar otros metales, los implantes de titanio biocompatibles son con mucho los más comunes en la práctica dental. En los últimos años se están usando también los implantes de zirconio, un material cerámico con algunas de las propiedades del titanio, que no causa reacciones en las personas con alergia a los metales. Una mala calidad en el titanio para los implantes dentales hace que sean más difícil la integración en el hueso, las fracturas en la mandíbula o las infecciones en los tejidos que rodean al implante: las llamadas periimplantitis, que pueden provocar, incluso, el rechazo del implante.
Las prótesis sobre implantes se realizan con resina o porcelana. Aunque también influye mucho la técnica del protésico dental, existe una relación directa entre la calidad de los materiales y los resultados de estética y, sobre todo, durabilidad que se logran en una prótesis dental. Una corona de un material de gama baja aguanta mucho peor el paso del tiempo que otra de una resina o porcelana de garantías.