Ahora que la pandemia del coronavirus parece que está remitiendo en gran parte del mundo y que todo se va normalizando poco a poco, somos muchos los que ya empezamos a salir de nuestras casas para viajar. Y es que en un mundo cada vez más globalizado como lo es en el que vivimos, lo cierto es que poder viajar es una de las actividades que más nos apetecía a todos los ciudadanos, pero no solo eso, sino que también nos servía, además de por ocio, para conocer otras culturas, integrarnos con su gente, conocer lugares únicos en el planeta…
Y es que viajar nos hace mucho más cultos porque conocemos de primera mano lo que está ocurriendo en otros puntos del planeta y, como a muchos de nosotros también nos gusta presumir de nuestros viajes, lo cierto es que casi siempre todos acabamos picando y nos traemos algún suvenir para nuestras casas o para regalar a nuestros seres queridos. Y es que la industria del suvenir está presente en todo el mundo, por lo que a lo largo de este post le queremos rendir un homenaje a todos estos trabajadores que hacen posible que tengamos recuerdos de nuestras escapadas.
Y es que como os decimos, da igual al lugar al que vayamos porque en todos ellos nos vamos a encontrar alguna tienda de recuerdos y, por lo general, algunos de ellos serán comunes en todo el mundo. Así, muchos de nosotros optamos por comprar imanes para nuestras neveras en los cuales se vea el nombre del lugar y alguna escena típica de la zona. No obstante, más allá de los habituales en todo el planeta, lo cierto es que si vas a Mallorca, seguro que alguien te pide que le traigas una ensaimada, así como si viajas a La Vera, en Cáceres, no faltará quien te pida un bote de pimentón. Por todo ello, si tu tienes un negocio en una zona única y quieres vender a tus clientes un recuerdo del lugar, nosotros te recomendamos que recurras a Photo original gifts, ya que ellos se encargarán de hacerte unos recuerdos únicos que a bien seguro que les encantarán a tus clientes. Sin embargo, más allá de los convencionales, lo cierto es que podemos encontrar otros recuerdos tan únicos como:
- Ilustraciones de artistas locales. Una bonita costumbre al viajar es la de buscar postales e ilustraciones relacionadas con el lugar en cuestión hechas por artistas locales. Resultan una genial alternativa a los imanes para la nevera y a las típicas postales de toda la vida. Nada como ver a través de los ojos de estos artesanos del trazo para descubrir los detalles y entresijos de cada parte del mundo. Vayas donde vayas, seguro que habrá algún ilustrador que haya estado allí antes y que haya plasmado en papel su propia visión de ese lugar. Este tipo de recuerdos te permitirán recorrerlas, de nuevo, a través de la imaginación y el color. Así, además, contribuirás a promover las creaciones de los artistas locales. Cualquier rincón del planeta es apto para ser dibujado, por lo que, si ésta es una de tus formas favoritas de llevarte un recuerdo a casa y colgarlo en las paredes, la lista de opciones es amplia. Como la “futurista y vintage” visión de los collages de Lara Lars de ciudades como Madrid, el París de Sophie Noan o las versiones de Almería y las playas de Cabo de Gata de la ilustradora Celia Coe. Otra buena opción es la de comprar una cámara analógica desechable y crear tus propias postales, que serán mucho más especiales que las que ya venden.
- Mapas antiguos. Allá donde se viaja es interesante, para comprender el lugar, ver cómo éste ha evolucionado a lo largo de los años y los siglos. Y para ello, nada mejor que los mapas antiguos, pues nos ayudan a entender las transformaciones de las ciudades y del uso de su suelo. Mucho antes de la invención del GPS y la irrupción de los móviles de última generación en nuestras vidas, los mapas eran el único utensilio para recorrer el mundo. A pesar de que muchas veces no eran infalibles, se han convertido en bellas obras de arte muy codiciadas por coleccionistas y que nos ayudan a recoger parte de la historia. Casi en cualquier ciudad nos toparemos con uno o varios establecimientos donde poder adquirir estos tesoros tan especiales, como el Antique Maps & Prints de Estocolmo. Normalmente, los encontraremos rodeados de todo tipo de antigüedades que nos ayudarán a entender cómo funcionaba el mundo por aquellas tierras mucho antes de nuestro viaje.
Los objetos únicos del lugar, otro gran recuerdo
Convertir un objeto elaborado en cierto lugar en un suvenir lo puede transformar en algo muy especial. Al igual que los mapas, éstos pueden hablarnos de su historia, de sus costumbres y tradiciones. Es cierto que algunos de ellos, en ciertos puntos turísticos, acaban siendo vendidos a precios desorbitados, como es el caso del cristal de Murano en Venecia y la isla de Murano. Pero hablamos de otro tipo de objetos, detalles que pueden parecer más cotidianos y que, en cambio, pueden ser considerados como únicos. En Toledo, por ejemplo, hoy se pueden adquirir, en muchas tiendas de suvenires, antiguas llaves de las casas de los sefardíes que fueron expulsados de España, o en México D.F., las coloridas calaveras y sagrados corazones de hojalata.