La pandemia del coronavirus ha arrasado en todo el mundo. Son muchas las personas que han fallecido por su culpa. Sin embargo, ellas no son las únicas víctimas de este maldito COVID-19. También ha acabado con la moral de muchos autónomos que han visto como su negocio caía en picado. Cuando comenzaban a sacar la cabeza después de la crisis de 2008, ahora ven cómo el tío del mazo los devuelve otra vez al hoyo.
Esta gente va a necesitar la ayuda de profesionales de la mente. Si ya de por sí, el ser autónomo perjudicaba seriamente la salud, ahora, después de todo esto, puede acabar con la ilusión de muchos. Es el denominado estrés del autónomo. Y es que, aunque las pérdidas económicas son muy duras, lo más importante en este caso, son las secuelas mentales. Estando sano se puede trabajar para salir adelante, pero si no tenemos salud, estamos perdidos.
Los datos dicen del Instituto Nacional de Estadística dice que el 59 % de los trabajadores en España sufre de estrés y a esta causa se deben el 40 % de las bajas laborales. Los autónomos son un colectivo especialmente afectado, y para ellos estar de baja es más agobiante aún que para el resto de trabajadores. Y después del coronavirus lo pueden pasar mal. Y es que el negocio les ha dado la espalda y les ha dejado prácticamente atrás. Los síntomas dependen de cada persona pero, en general, son muy graves.
Síntomas físicos
Se pueden ver en dolores diversos, como por ejemplo de estómago, de cabeza, de espalda), trastornos del sueño, trastornos digestivos, trastornos respiratorios, contracturas musculares, fatiga, debilidad, taquicardia, náuseas. Ahora mismo se vive en una incertidumbre constante.
Síntomas mentales
El autónomo va a notar una falta de concentración, sensaciones de obnubilación, irritabilidad, estado de alerta, miedo…El estado de ansiedad eleva las hormonas del estrés (y deprime el sistema inmunológico, por lo cual hay más probabilidad de enfermar o de aumenta los niveles de glucosa en sangre. No es la primera vez que un autónomo sufre problemas de corazón.
Lo que dicen los siquiatras
Los siquiatras auguran un aumento de las enfermedades mentales y de las recaídas en personas con problemas asociados a la pandemia. “Son muchos los que durante este tiempo muchos han perdido el trabajo, otros han sentido la soledad y a otros les ha afectado los cambios de rutina”, comenta el psiquiatra doctor Hernández . A eso hay que sumar que se han vivido duelos traumáticos por la muerte de un ser querido, familiares que no se han podido despedir de sus seres queridos y sanitarios en los que la situación les ha impactado psicológicamente.
Por este motivo, serán muchos los autónomos que tengan que acudir al siquiatra para buscar la luz al final del túnel. En esta ocasión no se tiene que ver como un gasto, se tiene que ver como una inversión porque serán muchos los que no puedan salir de este túnel.
la pandemia va a provocar situaciones muy penosas y va a dar mucho juego por sus connotaciones económicas, sociológicas, psiquiátricas y físicas. Desgraciadamente estamos pasando una situación de estrés que no se conocía, seguramente, desde las guerras mundiales. El juego de la cabeza será digno de estudio.
Un buen consejo es seguir las pautas de las autoridades y tener paciencia. Y sobre todo vigilar no estar demasiados expuestos a los medios de comunicación. Hay que vigilar la fuente de información y preguntarnos quién ha dicho tal cosa, especialmente respecto a todo aquello que llegue a través de vías distintas de las oficiales. Mucho ojo con los bulos que nos llegan por las redes sociales. Y es que puede ser mentira y quizás nos hagamos mala vida, no siendo verdad.
No sabemos qué ocurrirá en el futuro, pero está demostrado que hay que tener una hucha para poder librar mejor la marejada del coronavirus. En caso de que vuelva a visitarnos, se dice que podría llegar para finales de año, hay que estar más preparado. Tanto económicamente como mentalmente.
Las personas que han pasado por la covid-19, los familiares que no han podido cerrar el duelo de sus familiares muertos, todas las personas que se verán en grandes dificultades económicas durante los próximos meses (parados, trabajadores precarios, autónomos o empresarios) y las personas con problemáticas de salud mental previas. Se avecinan días muy duros para los trabajadores independientes, pero hay que mantener la calma, apoyarse en los seres queridos y confiar en los profesionales de la mente.