El fijarse cada vez más en la calidad es algo ya fundamental para los disfraces. Las tiendas, tanto las físicas como online disponen de unos clientes que cada vez demandan un mayor nivel en la calidad de los disfraces.
Los disfraces para los menores de 14 años
Debemos saber que los disfraces, en el caso de los menores de 14 años son considerados como juguetes, cumpliendo con las normas que se encargan de regularlos. Este es el motivo de que se deba tener la seguridad de que los disfraces y sus complementos deban contar con la seguridad necesaria. No olvidemos que nuestra piel y ojos debemos tenerlos toda nuestra vida y se deben cuidar.
Si atendemos a los precios, la verdad es que no han variado demasiado. Muchos disfraces son realmente económicos, por lo que no se suele optar por los alquileres o la confección, aunque esta opción durante muchos años fue muy utilizada.
¿En qué debemos pensar al adquirir el disfraz?
Cuando son para niños menores de catorce años, ya dijimos antes que se les considera juguetes. Muchas veces, disfraces, maquillajes o máscaras suelen ser alertados por no haber cumplido con los necesarios requisitos de seguridad.
Etiqueta CE
Las etiquetas de los productos deben venir con la marca CE, lo que garantizará que los tejidos en su combustión tardan más tiempo. De la misma forma, se indicará la edad recomendada, especialmente en los que se destinan para los menores de 3 años. Si es necesario deben venir las advertencias para su uso y los datos identificativos de los fabricantes o responsables de los productos.
Los disfraces que son para el público adulto tendrán que observar el cumplimiento en las etiquetas de los prendas textiles, donde se debe indicar el nombre, la dirección y el NIF de los fabricantes, vendedores o importadores, así como el número en el que aparece el registro industrial para las prendas que se fabriquen en España y la composición del producto en cuestión.
Las pelucas o las máscaras es necesario que tengan una serie de aberturas del tamaño que sea necesario para no correr riesgo de asfixia. Habrá que ir comprobando los orificios de la nariz, la boca o los ojos. Todo deberá incluir el etiquetado al completo, en lengua castellana y hecha con materiales que no sean de los denominados inflamables.
En el caso de las Lentillas de colores se compran fácilmente en la red de redes, en los bazares o en otras tiendas que no están autorizadas. Hay que saber que esto hace que no haya garantía sanitaria alguna.
La utilización de esta clase de lentillas puede terminar por que se produzca una sensación donde la protagonista sea la sequedad, enrojecimiento, etc. Además hay otros riesgos que pueden aparecer como la conjuntivitis, inflamaciones de la córnea, etc.
Hay que estar alerta, como aconsejan los profesionales de Disfrazarte Shop, cuando se compran productos de cosmética que se destinan al maquillaje, en especial cuando se venden en los bazares y en las tiendas de bajo coste. Esto puede suponer que haya peligro de que los productos no hayan pasado un control dermatológico y de que se puedan producir una serie de alergias o de reacciones cutáneas, tanto por falsificación como por imitación.
No hay que olvidar que los productos de cosmética que se venden en España tienen que cumplir las normas. Las empresas de España que realizan este tipo de productos deben tener la pertinente autorización por parte de la Agencia Española del Medicamento.
En cuanto a las etiquetas del maquillaje deberá indicarse:
Nombre del producto, el domicilio social, el contenido a nivel nominal, la fecha en la que caduca, las precauciones que hay que tener y las advertencias. La función de los productos y la lista de productos que se hayan utilizado para fabricarlos.
Una nueva forma de ver los disfraces
Estamos ante una nueva forma en la que se ven los disfraces que ha ido generando una mayor concienciación sobre la necesidad existente de productos de calidad. La salud es lo más importante, y hay tejidos o materiales, que pueden llegar a causar graves daños en nuestra salud, por lo que conviene tener esto muy en cuenta.
Para ello, las regulaciones son las que trabajan en poner un marco adecuado bajo el que tienen que someterse todos los productos, tanto los provenientes de España como del extranjero.
Está claro que la mayoría de productos provenientes de la Unión Europea suelen respetar las normas, pero otros de países externos, como algunos provenientes desde países asiáticos, no los cumplen en ciertos casos.