Al hablar de industria, nos referimos a una buena cantidad de cosas que muchas veces no tenemos en cuenta. En primera instancia, siempre solemos pensar en metalurgia, en coches, en producción de elementos para la construcción… Son muchas las cosas que guardan relación con la industria en todo el mundo y de una de ellas vamos a hablar en los párrafos que siguen, si bien seguramente no es uno de los aspectos industriales que más destacan. Amigas y amigos, la protagonista de hoy es la industria de la producción de joyas, que sin duda merece una cierta relevancia mediática.
Hablamos de un trabajo que no puede realizar cualquiera ni mucho menos. Los motivos para ello son obvios: se requiere conocimiento y manejo de las herramientas con las que se elabora la joya y grandes dosis de precisión. Sin todo esto, es absolutamente imposible que una persona pueda elaborar un objeto que va a ser preciado más tarde por el público. Está claro que hay gente especializada en este tipo de labores y que eso explica las verdaderas obras de arte que existen en diferentes joyerías en todo el mundo. ¡Y esperamos que así siga siendo!
Veamos ahora algunos de los datos que rodean a la industria de la joyería y de los artículos de lujo en todo el mundo. Para ello, hemos tirado de un estudio realizado por el portal web Statista, que indica que el valor de todos los productos que componen esta industria es de 283.000 millones de dólares americanos, que el principal lugar del mundo en el que se genera esta industria es Estados Unidos y que, además, el peso de Europa en esta industria a nivel global es de un 25%. Hablamos cifras que ponen de manifiesto que, aunque nuestro continente no es el más poderoso en este tipo de industria, sí que tiene un determinado peso.
La industria de la joyería y los artículos de lujo sigue ganando terreno en todo el mundo. La variedad de las joyas es cada día mayor y la demanda, también. Así nos lo han hecho saber los profesionales de Serrano Joyeros, quienes aseguran que la clientela valora de un modo excepcional que existan joyas de todo tipo y de distintas procedencias y tamaños. En España así está siendo y, como consecuencia, también está creciendo la variedad de las personas que se interesan por productos como de los que estamos hablando.
Una industria para todos los gustos… y bolsillos
Suele pensarse, al hablar de todo lo que rodea al mundo de la joyería, que es un conjunto de bienes que resulta prohibitivo para una buena parte de la población española y mundial. Siempre da la sensación de que solo alguien que tiene una buena nómina o varios ceros en su cuenta bancaria puede adquirir elementos de este tipo, pero la realidad indica que no siempre es así. La industria encargada de la producción de estos elementos es más grande de lo que suele creerse y, como consecuencia, se fabrican elementos de todo tipo.
Las propias personas que se encargan de la venta de joyas al cliente final lo han dicho en repetidas ocasiones: no solo la gente pudiente adquiere joyas. También lo hace la clase media. Y es que hablamos de objetos que no tienen por qué ser caros. Hay opciones idóneas para todo tipo de bolsillos y eso, en buena medida, es lo que está haciendo posible ese aumento de la demanda del que os estábamos hablando más arriba y que, a buen seguro, se va a seguir produciendo de aquí en adelante.
La venta de joyas no solo se ha incrementado como consecuencia de la mayor existencia de joyas asequibles al público, sino porque también se ha ido incorporando un nuevo tipo de perfil al público objetivo. Hablamos de los hombres, que en otros tiempos no solían comprar joyas pero que ahora no tienen ningún reparo en hacerlo. La verdad es que se ha producido un aumento significativo de varones que han adquirido joyas en el siglo XXI y eso hace que, de manera inevitable, se haya abierto una nueva posibilidad para que la industria de la joyería siga pisando sobre cimientos sólidos.
Todo hace indicar que el negocio de la venta de joyas pasa por un buen momento… y no hay nada de falso en esa afirmación. Es evidente que, si la gente confía en productos como de los que hemos hablado, es por algo. La posibilidad de tener un objeto de calidad a un precio no demasiado elevado también es real en el mundo de la joyería y hay millones de personas en todo el mundo que ya han podido comprobarlo de primera mano.
