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Flores de papel

A todo el mundo le gustan las flores. Sus aromas, colores, variedades y formas, no dejan nunca de sorprendernos. Las plantas en general son símbolo de vida. Sin ellas, no podría existir la vida. Sin embargo, cuando la cortamos o quitamos de su maceta para ponerlas en un jarrón, acortamos su vida, ya de por si breve. Las flores salen en su momento y nos permiten contemplar su belleza por unos días.

Si eres de esas personas a las que le encanta tener flores en casa y que estás perduren o de aquellas que piensan que las flores, mejor en el campo, puedes decorar tu hogar con flores artificiales. Los profesionales de Mundo Flor, nos han hablado de la gran variedad de flores y plantas artificiales que existen en el mercado para satisfacer las necesidades de cada uno. Las ventajas de este tipo de flores es que no tienes que preocuparte nada mas de que luzcan bonitas. No hace falta regarlas como es obvio ni llevar un mantenimiento especial. Solo limpiarlas cuando proceda.

Además, para aquellos o aquellas a quienes les guste disfrutar de una buena manualidad en sus ratos de ocio, pueden combinar amor por las flores con gusto por el arte y crear sus propias flores o plantas artificiales.

Los materiales más utilizados son el papel y la tela. En cuanto a las plantas de plástico, dejémoslo para niveles más avanzados, porque si, se pueden hacer en casa hasta bonsáis. Pero de momento, vamos a hablar de cómo hacer flores de papel, tela o incluso filtros de café, en tus tardes de relax.

Estas actividades, no son solo para adultos, puedes hacerlas con los más pequeños de la casa y pasar una tarde entretenida y productiva.

Filtros de café para hacer flores exprés

Para crear un ramo de flores con filtros de café, solo necesitas los filtros (se trata de los filtros de cafetera de goteo que son de papel), pinturas, rotuladores, cinta de carrocero y/o de enmascarar, tijeras, un pulverizador de agua y palillos chinos o de madera. Al gusto de cada uno y a la orden del ingenio propio.

Puedes proceder de dos maneras. Si utilizas pintura, deberás crear los colores que te gusten con la siguiente proporción, tres cucharadas de pintura acrílica o de látex y ciento veinte mililitros de agua. Se mezcla bien en una bandeja o recipiente grande, tienen que caber los filtros estirados. Una vez la pintura y el agua estén bien mezcladas, añades otros cuatrocientos setenta mililitros de agua.

Una vez listo el tinte, sumerge los filtros en el recipiente durante unos minutos. Según la intensidad que quieras darle al color, bastarán unos pocos minutos o deberás dejarlo hasta veinte. En esta cantidad puedes meter hasta unos veinte filtros. Así podrás crear un ramo entero.

Cuando adquieran el color y la intensidad que te guste, sácalos y ponlos a secar uno a uno, separados. Conviene secarlos en una rejilla para que el exceso de agua caiga en la bandeja. Bastarán treinta minutos para que se sequen.

Ve cogiendo unas tijeras bien afiladas para cuando estén secos. Ha llegado el momento de cortar por lo sano. Haciendo gala de tu destreza y pericia, corta el filtro en espiral, una tira de unos dos centímetros de ancho es lo ideal.

Sigue cortando, esta vez, un trozo de cinta de unos doce centímetros de longitud. Con cuidado de no pegar tus dedos, coloca la cinta con la parte adhesiva hacia afuera. Pega el extremo de la espiral a un centímetro del inicio de la cinta y ve pegándola en forma de acordeón a lo largo de toda la cinta. Esto se hace plegando el propio papel sobre sí mismo a la vez que una parte se pega en la cinta.

Ahora coges uno de los palillos y enrollas la cinta sobre si misma alrededor de uno de los extremos, con la parte de la cinta de enmascarar (o de carrocero) hacia afuera. Luego envuelve el palillo que hace las veces de tallo, con la misma cinta, si es verde dará más sensación de realismo. Si es de carrocero u otro color, puedes pintarla. Esto va en gustos.

Para que la flor se vea bien, abre y separa las partes arrugadas para darle aspecto de flor abierta. Ya tienes la primera de tu ramo, ahora a por la segunda.

En el caso de que prefieras utilizar rotuladores en lugar de pintura, menos complicado a la hora de hacer esto con los peques de la casa, pinta rayas con los rotuladores a lo largo del filtro. Luego pulveriza con agua y la tinta del rotulador teñirá el resto.

El proceso posterior, es igual.

Flores de papel de seda

El papel de seda es una opción formidable para dar ese aspecto aterciopelado a las flores. Para ello se necesita, papel se seda, tijeras, lápiz y grapadora.

Primeramente, cortas cuadrados de papel de seda, el tamaño de tu elección, a razón de como quieras que sean tus flores. Para cada flor, necesitaras unos diez cuadrados del mismo tamaño.

Si quieres ser creativa o creativo, prueba a combinar colores diferentes en una misma flor.

Junta todos los cuadrados, uno encima de otro bien colocaditos y grápalos por el centro. Estas capas de papel, van a convertirse en los pétalos de la flor y por tanto hay que tratarlos con mimo.

Coge el lápiz y marca un círculo sobre la primera de las hojas de papel. Córtalo con unas tijeras bien afiladas. Ahora, capa por capa, ves formando la flor. Apretuja hacia el centro por encima de la capa y ve presionando para dar forma y textura a cada capa. Hay que hacer lo mismo con cada papel. A medida que vayas llevando las capas al centro, comprobaras como adquiere forma de flor.

Para finalizar, abre y separa un poco cada capa. Debes terminar dando la forma adecuada a tu flor separando y rellenando. Ya está lista para que la pongas en su tallo.

Flores de tela

Para elaborar flores de tela, puedes elegir entre una amplia gama de tejidos: poliéster, satén, forro, encaje… Según gustos, preferencias y grado de mañosidad. No se trabajan igual todos los materiales.

A parte de la tela o telas de tu elección, tijeras, una vela, aguja e hilo, serán tan útiles como necesarias para crear tu flor de tela.

Empieza por cortar los pétalos, en este caso veinticuatro pétalos por flor, seis de cada uno de los siguientes tamaños: 8×4, 9×5, 11x 6 y 13×8 cm. Deben tener forma de judía o judión, según el tamaño. O para entenderse, mejor que judías hay de muchos tipos, forma de riñón.

Para facilitar la tarea, puedes hacerte una plantilla de cada uno de los tamaños y cortar a partir de ella. De esta forma, ahorrarás tiempo y garantizas que sean todas iguales.

Ahora viene la parte del ritual. Enciende la vela y pasa los bordes de cada uno de los pétalos por la llama. Con cuidado de no quemar nada que solo pretendemos que los pétalos adquieran realismo y se chamusquen ligeramente. Se arrugarán levemente, consiguiendo ese aspecto cóncavo que muestran los pétalos de una rosa, por ejemplo.

Llegó el momento de coser y cantar, si se te da bien. Empieza por uno de los pequeños, lo enrollas horizontalmente y lo coses por abajo para asegurar que se mantiene cerrado. Enrollas otro del mismo tamaño sobre este y vuelves a coser para afianzar y así sucesivamente con cada pétalo. Cada vez que acabes con un tamaño, empiezas con el siguiente y así, sucesivamente hasta terminar con todos.

Puedes ir superponiendo los pétalos para conferir a la flor un aspecto más real y de paso, se van cubriendo las costuras. Para finalizar la costura, haces un nudo en la base y cortas el hilo. Abres los pétalos ligeramente para que parezca una flor mostrando toda su belleza y ya puedes ponerla en un tallo.

Con estas manualidades puedes empezar a iniciarte en el mundo de las flores artificiales. Las posibilidades son infinitas, el límite, lo pones tú. Papel de seda, filtros de café, poliéster o lo que más te guste. Con práctica y experiencia lograras hacer ramos que parezcan cortados de tu jardín. La variedad de flores que puedes llegar a hacer con tus manos es muy grande. Estos son tres ejemplos sencillos y básicos para iniciarse en el mundo de la floristería artificial.

Desde sencillos pétalos de rosa hasta auténticos bonsái artificiales. La floristería está de moda siempre y la artificial, más todavía. El arte floral no decae, siempre está presente en eventos, bodas, fiestas, fechas señaladas y como no, en los jardines.

Se opta por la floristería artificial por los mínimos cuidados, su durabilidad y gran realismo. Por esa razón si eres de esas personas a las que les encanta tener flores en casa para decorar y ambientar, no dudes en aprender todo sobre la jardinería artificial. Además puedes añadir los aromas correspondientes para que las fragancias de las flores, inunden por igual, tu hogar. Y las flores, que vivan en el campo.

 

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