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El reto del opositor

Preparar una oposición es todo un reto. Una carrera de fondo en la que los participantes, tienen que soportar mucha tensión, antes de llegar a la meta. El principal reto al que se enfrentan las personas que preparan una oposición, es el desgaste. Afrontar la espera que conlleva la convocatoria del examen, esperar los resultados y obtener la plaza, requiere ser paciente, constante y no desesperar. Opositar no es fácil, a veces es frustrante y en según que circunstancias, extenuante. Sin embargo, alcanzar los objetivos propuestos, aparte de ser todo un reto, puede llegar a ser la aventura muy gratificante con un resultado prometedor.

Nuestro amigo y profesional de la docencia en lo que a oposiciones respecta, de Preparador de oposición infantil, nos ha contado y asesorado al respecto del abordaje para preparar concienzudamente, una oposición. En primera persona y partiendo desde cero, para que todo aquel que se proponga opositar, aplique sus conocimientos.

Para obtener los mejores resultados en una oposición es fundamental, organizar la jornada como si de un trabajo se tratara. Si bien es cierto que preparar la oposición no es el trabajo en sí, se trata de la llave que puede abrir la puerta de tu vida laboral. No importa las plazas que se oferten, tú, solo necesitas una.

Dada la importancia de la organización y conveniencia de contar con una buena estrategia y sistema de estudio, vamos a empezar por desarrollar una estrategia, paso a paso.

Método de estudio de una oposición

Ante la pregunta clave sobre como preparar y estudiar una oposición, la respuesta es sencilla: las claves fundamentales son la organización y la constancia.

Con estos dos conceptos claros y en mente, hay que tener presente que ambos términos están conectados entre sí y deben practicarse de manera conjunta. Una buena organización ayudará a mantener la constancia. La constancia, facilitará la organización. Así de simple, al menos en la teoría. Partiendo de esta base, una buena estrategia o metodología para estudiar oposiciones debe formarse con los siguientes puntos:

  • Planificación de todo el proceso de preparación de la oposición.
  • Contar y disponer de los materiales adecuados y necesarios para avanzar en el estudio.
  • Contar con buena capacidad lectora y comprensiva de los textos.
  • Practicar técnicas de estudio que sean efectivas.
  • Evaluar el rendimiento de forma periódica.
  • Repasar el temario.

Estos aspectos, son fundamentales para llevar a buen término la preparación de la oposición. Veamos con más detenimiento como afrontar cada uno de ellos.

Planificación y organización

Sin un buen plano, no se puede levantar un edificio. Bajo esta premisa, hay que partir para saber como diseñar el plan de estudios a llevar a cabo. Este plan, va a acompañarnos durante todo el tiempo que dure la preparación, razón de más para hacerlo concienzudamente.

Antes de empezar a estudiar, hay que dedicar un tiempo a organizarse. Para ello, con papel y lápiz o Word y teclado, hay que definir los puntos esenciales:

  • Definir el horario de estudio. Debe ser preciso y constante. De esta manera, se adquiere el hábito y se crea una rutina de trabajo. Hay que tomar el estudio como tal para facilitar la constancia.
  • Planificar los descansos, forma parte de este plan de horarios. Hay que organizar pausas y descansos, esenciales para lograr mejor rendimiento y no saturar a nuestras neuronas.
  • Marcar objetivos. Este aspecto, va en función de la extensión del temario y el tiempo dedicado al estudio. Distribuir los temas equilibradamente y controlar los progresos.

Materiales: herramienta indispensable

Es fundamental, contar con los materiales necesarios y adecuados para poder afrontar el reto de la oposición. La base de todo este proceso es el temario que hay que aprender. Contar con un buen temario no es algo opcional, es esencial. Para que se trate del temario adecuado, este debe cumplir una serie de requisitos:

  • Ha de adecuarse al programa oficial de la oposición, por lo que debe corresponderse con los temas que incluyen las bases de la convocatoria.
  • Debe estar correcta y debidamente actualizado. De vital importancia en los temas que cuenten con contenido jurídico, pues las normas cambian continuamente.
  • Su redacción debe ser buena y fácilmente comprensible. Cuando mejor estructurado y redactado esté el temario, resultará más fácil su comprensión y memorización.

A parte de un buen temario, es recomendable disponer de esquemas, test, supuestos prácticos y todo tipo de material complementario disponible para la oposición. En el caso de prepararla por libre, es conveniente poder acceder a formaciones en video.

Lectura, comprensión lectora y dudas

Una vez se ha llevado a cabo el trabajo previo de preparación y se poseen los materiales adecuados para la oposición, llega el momento de ponerse manos a la obra. Empieza el estudio del temario como tal.

Para empezar, lo primero que debe hacerse, es una lectura pausada del tema inicial. No se trata de memorizar ni aprender en el sentido más estricto de la palabra. Tampoco hay que retener datos ni fijar conocimientos. Tan solo leer detenidamente.

La finalidad de esta primera lectura es entender todos los conceptos. En el supuesto de no conocer algún término, lo mejor es buscarlo antes de continuar. También de esta primera lectura, se extraen las ideas fundamentales. Ayuda a formarse una idea general del tema en cuestión, comprender la estructura del texto y quedarse con algunos conceptos fundamentales.

Las técnicas de estudio

Tras la primera toma de contacto con el temario, es momento de implementar la técnica o técnicas de estudio que mejor funcionen a cada uno. Se trata de una elección personal, pues no existe una fórmula mágica válida para todos los estudiantes y opositores.

Algunas de las herramientas o técnicas que suelen dar buen resultado en líneas generales son las siguientes:

  • Hacerse esquemas o utilizar esquemas ya hechos. Es una de las mejores maneras de organizar los contenidos de un tema y facilitar el proceso de memorización y fijación de conceptos.
  • Utilizar mapas mentales, que siendo esquemas específicos son muy visuales y excelentes para las personas que tengan buena memoria visual.
  • Repetición de los temas de forma espaciada. Esta técnica se sustenta en la revisión del material estudiado en intervalos de tiempo cada vez, mayores. Con este método, se refuerza lo estudiado y se repasa antes de que se empiece a olvidar.
  • Técnicas Mnemotecnicas, en las que se engloban varias técnicas de estudio que pueden aplicarse a la preparación de oposiciones. Dentro de las mismas encontramos la formación de palabras o frases, la transformación de números en letras o el palacio de la memoria, en la que se asignan conceptos o fragmentos del texto a lugares reales y conocidos.

Técnicas de estudio aparte, la mejor de todas es contar con un buen plan de estudios y seguirlo de manera constante sin decaer ni tirar la toalla.

Para comprobar la eficacia de nuestras técnicas de estudio aplicadas, hay que ponerse a prueba. Después de estudiar un tema o una serie de ellos, es recomendable realizar actividades que pongan a prueba los conocimientos adquiridos. Tratar de explicar los contenidos para detectar lagunas y capacidad de comprensión y realizar test, son fundamentales para comprobar los avances y el conocimiento adquirido.

Repasar lo estudiado es fundamental para no olvidar

Evidentemente, no se puede terminar el proceso de estudio de una oposición sin incluir el repaso de los temas. Repasar el temario de forma adecuada, es esencial para lograr una buena memorización y la retención de la información.

Los repasos deben hacerse parcialmente, no solo en las semanas previas a la realización del examen. Deben incluirse los repasos parciales dentro de la rutina de estudio diaria. Haciendo uso de la técnica de la repetición espaciada, los repasos deben llevarse a cabo dejando cada vez mayor intervalo de tiempo.

No podíamos terminar sin señalar que es mas conveniente hacer durante los días previos al examen. ¿Estudiar sin tregua? ¿Descansar? La respuesta de los expertos es que lo mejor es no hacer nada relacionado con el examen. Si se ha llevado a cabo una buena planificación y se ha sido constante, el día previo, no es necesario empacharse más con el temario. De cualquier manera, todo lo que no hayas aprendido durante los meses previos de preparación, no vas a aprenderlo o memorizarlo en unas pocas horas.

Durante los días anteriores, repasar los puntos más importantes y relajarse, son las pautas a seguir más recomendadas. El hecho de tener la fecha del examen tan cerca, ya genera demasiado estrés al estudiante, por lo que no es necesario saturar más al cerebro. Con tener a mano los esquemas y resúmenes para repasar, es suficiente. Para el día previo, un paseo que ayude a eliminar tensiones y despejar la mente, es lo mejor que un opositor puede hacer para afrontar la prueba con la calma necesaria.

Visto así, de forma tan sencilla y ordenada, el reto del opositor, parece más liviano. En cualquier caso, lo más importante, la clave, no nos cansaremos de repetirlo, es la constancia. Constancia, planificación y organización, son los verdaderos factores responsables de que se alcancen los objetivos propuestos para superar la oposición.

 

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