A todo el mundo le gusta ver el césped de su casa en perfectas condiciones. Algo fundamental para que la visión desde el exterior sea perfecta. No obstante, las labores de conservación durante el año requieren de tener tiempo y conocimientos previos para hacerlo de manera correcta. Por esto, te traemos una lista de los mejores consejos que tienes que tener en cuenta para conseguir un césped perfecto.
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Corta el césped de forma periódica
Pues bien, comencemos con el paso. Para comenzar hay que tener muy claro que para el buen mantenimiento del césped será necesario cortarlo periódicamente. Esto conseguirá que se mantenga sano por sí solo. El corte regular del césped es muy importante ya que ayuda a espesar la hierba.
Por supuesto, se debe contar con una buena cortacésped. “La mejor opción para cortar el césped es un tractor cortacésped, aunque la inversión necesaria es importante puede ser necesaria para grandes jardines. Pero si tu espacio exterior no es demasiado extenso puede optar por una cortadora más pequeña”, explican desde Maor Ferretería, tienda online de ferretería en la que encontrarás una amplia variedad de productos, maquinaria y herramientas.
En cuanto a la técnica del corte, decir que debe ser poco y a menudo, mejor que mucho y de una sola vez. Prueba también a cambiar el patrón de corte y la dirección para que las raíces no se aplasten en la misma dirección siempre. Cada vez que se realice el mantenimiento, lo recomendable es reducir el tamaño a la mitad, cerca de 5 centímetros. Para ello, será preciso regular la altura de corte en la cortadora.
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Abona el césped al inicio de la primavera
Cuando el césped esta ya cortado, este comienza a eliminar muchos nutrientes que deben sustituirse para conseguir un crecimiento de calidad. A comienzos de la primavera hay que empezar a abonar el césped y vez al mes. En cualquier tienda dedicada a la botánica podrás encontrar mezclas de abonos especiales y en estos envases viene indicado la cantidad que debe aplicarse.
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Riega el césped según la temperatura y la humedad
A cualquier fanático de la jardinería le encanta que el césped luzca siempre verde y brillante y que sobre todo en verano, se mantenga bien. La frecuencia con la que se debe regar el suelo va a depender de la temperatura y la humedad siendo preciso observar los cambios de color del césped a tonos azules o grisáceos, significando esto que necesita riego urgente.
En el caso de tratarse de un césped nuevo, habrá que regarlo una vez al día para que las semillas germinen correctamente y puedan formarse un sistema de raíces resistente.
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Elimina las malas hierbas
Las famosas malas hierbas compiten con el césped a diario por el agua, los nutrientes, la luz y el espacio. Estéticamente no son agradables de ver y allá por donde proliferen sin control da una sensación de abandono.
Las malas hierbas más pequeñas pueden retirarse con las manos pero para esto hay que saber retirar bien la máxima cantidad de la raíz posible para evitar así que vuelvan a crecer. Pero si aún así no dejan crecer, siempre puede recurrir a los herbicidas.
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Usa un rastrillo para airear la tierra
Las raíces del césped necesitan de aire para poder airearse y seguir creciendo. En muchas ocasiones, el suelo no resulta muy arenoso por lo tanto no permite que el aire llegue a las raíces y en consecuencia, el crecimiento no se lleva a cabo de forma correcta o incluso, puede que no llegue a darse.
Con la ayuda de un rastrillo pueden crearse orificios en la tierra para rellenarlos con arena gruesa, para que así el agua pueda fluir y el oxigeno se transporte hasta las raíces.
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Añade sustrato para favorecer el arraigo del césped
Tras haber rastrillado el césped para que la tierra se airee, el siguiente paso sería añadir una capa de sustrato totalmente seco por toda la superficie. Esto hará que la tierra se enriquezca con materia orgánica y alimenta a las lombrices de tierra, que contribuyen notoriamente a la aireación del suelo. Esta aireación favorece al desarrollo y el arraigo de las raíces en el suelo.
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Ahuyenta a los topos para proteger las raíces
Las toperas transforman drásticamente el terreno, creando feos montículos de tierra que impiden que el césped crezca correctamente. Estas lomas también hacen más difícil el trabajo de la cortadora y al excavar sus túneles, los topos cortan las raíces de la hierba.
Existen varios medios por los que deshacerse de estos animales. Por un lado están los repelentes, aparatos de ultrasonido o vibraciones, trampas mecánicas para capturarlos o matarlos y por último, trampas pirotécnicas con petardos.
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Resiembra las zonas despobladas con césped de resiembra
Remueve la tierra en las zonas más despobladas, siempre el césped de relleno y cúbrelo con una fina capa de sustrato, compáctalo y riégalo.
Es importante no pisar ni tocar la zona hasta que el césped haya crecido lo suficiente. Será en este momento cuando se deba cortar las zonas repobladas en tres tandas para posteriormente reducir la altura del césped progresivamente hasta llegar a la altura deseada.