Cuando llega el verano muchos abuelos con un grado de dependencia en sus familiares tienden a ser dejados en residencias de mayores cuando los hijos se van de vacaciones. Hoy en día existen muchas alternativas para irse de vacaciones con las personas mayores, porque cada vez más está más extendida la idea de que es mejor no dejar a nadie fuera de las vacaciones. Cuando viajamos queremos estar lo más libres posibles, y para ello tendemos a quedarnos con lo mínimo para que nadie nos moleste. Unos amigos míos cada verano, en la segunda quincena de agosto, enviaban a los hijos de campamento 15 días, llevaban a las mascotas a hoteles de animales, y se iban dos semanas a viajar sin responsabilidades y sin nada que les molestase. Si hubiera personas mayores la cosa es más complicada.
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